En mi experiencia de trabajar con equipos y organizaciones en la mejora del desempeño una de las características que hace una gran diferencia en cuanto a la mejora de los resultados del equipo y de la organización es la actitud que cada miembro tiene sobre su role dentro del equipo y organización.
Cuando hablamos de actitud estamos hablando de manera de expresarnos mentalmente y físicamente sobre algo. Normalmente esta manera de expresarnos tiene una connotación negativa, a veces demostrando una Resistencia pasiva, haciendo menos de lo que podríamos hacer o haciendo las cosas a un nivel de calidad y tiempo menor de lo que sabemos podemos hacer.
Una mala actitud lo podríamos considerar como una rebeldía en contra de lago con lo que no estamos satisfechos o de acuerdo. Lo interesante seria si nuestra mala actitud realmente nos trae algún beneficio. Cada vez que hacemos algo al menor nivel del que sabemos que podemos hacer estamos perdiendo una habilidad y creando un nuevo habito. Si nuestra actitud negativa perdurase demasiado tiempo podríamos llegar a un condicionamiento donde sin importar que la situación mejora seguimos reaccionando de la misma manera, nuestro cuerpo y nuestra mente han sido entrenados de la mejor manera.
¿Te has fijado alguna vez como tu actitud impacta el resultado de tus actividades diarias? Cuando la manera de encarar a ciertas actividades no es la correcta, especialmente con nuestros retos, parece como si todo se volviese más dificultoso, nos cuesta enfocarnos, nos cuesta sentirnos bien, nos cuesta entablar buenas conversaciones y hasta crear buenas relaciones. Es importante que seamos conscientes del impacto que nuestra actitud tiene en los resultados que obtenemos. Buena actitud normalmente trae una sensación de optimismo y seguridad que a pesar de lo que esté ocurriendo todo va bien. Además para las personas se les hace difícil crear buenas relaciones con personas que tengan mala actitud, al menos que las otras personas también tengan una mala actitud. Las personas con la mejor actitud normalmente son las que atraen más lo que comúnmente llamamos “suerte”.
Fíjate en la gente que te rodea y dime con quien te gusta pasar más tiempo con alguien que tiene buena actitud ante la vida o mala actitud ante la vida. Recuerda que se dice que el reflejo de nuestra vida es el reflejo de la gente con la que pasamos más tiempo. Si pasamos demasiado tiempo con gente que tiene mala actitud entonces eventualmente seremos asimilados por el grupo y nos encontraremos junto a los demás quejándonos diariamente de la vida y de lo que nos pasa. Eso no quiere decir que no pasen cosas que nos hagan pensar de manera negativa, eso es normal, el reto proviene de dejarnos llevar por las emociones que no podemos controlar o las emociones de otros que nos proyectan en nosotros y basemos la totalidad de nuestra vida, de nuestro entorno, de nuestro trabajo en ese tipo de energía que NUNCA, repito NUNCA trae nada bueno a nuestra vida.
Dejemos de ser masoquistas con nosotros mismos y busquemos ver la vida con otros ojos, con los ojos y sentimiento de la oportunidad que se nos ha sido dada para ser creadores de este mundo. Es tiempo de cerrar ese capítulo de una vida oscura y el momento de iniciar una vida dirigida por la luz, la luz que tu emanas cuando estas alineado con lo mejor de ti. En ese momento eres invencible, siempre y cuando mantengas tu actitud.
Reflexionemos, ¿Con qué actitud iniciamos el día? ¿Con que actitud iniciamos nuestras conversaciones? Seamos la persona que piensen que está loca por parecer vivir en un mundo de comprensión y esperanza y que al mismo tiempo da luz a otros para que rompan con su mala actitud.
Deseándote éxitos y bendiciones.
ContinuAvanzando
Marc Miró – enfocado en la transformación personal a través de facilitar el desarrollo de liderazgo personal para así crear las bases del éxito personal y profesional.
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