No nos dejemos engañar por las emociones sin control que nos invaden cuando sabemos que queremos hacer algo para movernos hacia nuestros sueños pero nuestro dialogo interno nos intenta hacer desistir de nuestro intento. Lo que buscamos siempre está a nuestro lado aunque nos pueda parecer lo contrario sin importar todos los ruidos creados por ondas emocionales de otros seres humanos que no entienden dónde nos encontramos y hacia donde soñamos llegar.
Si pudiésemos calmar nuestra mente, nuestro cuerpo, y ser capaces de hacer un viaje al mundo de nuestros sueños, sintiendo cada paso, cada interacción, viendo nuestro rostro y energía, nos daríamos cuenta de que ese mundo existe y que siempre está con nosotros, solo que aún no hemos sido capaces de romper con el caparazón que nos impide fluir hacia este. Nuestros miedos, nuestras ataduras a lo externo, nuestro pasado no tan bueno, nos pueden hacer sentir que nos somos la persona adecuada para completar esos sueños que tienen el poder de hacer de nuestra vida una vida con propósito, con sentido.
Cuando seamos capaces de entender que nuestro infierno es parte de nuestro cielo, ese será el momento en que nuestra libertad verdadera empieza, es el momento donde no hay nada de que arrepentirse, solo existe donde estás ahora y donde quieras estar mañana. Este momento de claridad es nuestra nueva oportunidad de vida, de renacimiento, para realmente dejar esas cadenas que nos mantenían atados a un puerto existente solamente en nuestra mente y así iniciar una aventura que siempre estuvo esperando a ser iniciada.
Nuestro poder como seres humanos radica en nuestra habilidad de manejar nuestras emociones, mejor dicho la reacción a estas. No hay que dar muchas explicaciones para entender el resultado de poder manejar nuestras emociones, sino pensemos en un capítulo de nuestra vida donde una emoción no manejada provoco un resultado negativo, y reflexionemos sobre qué tipo de resultados se hubiesen generado si hubiésemos sido capaces de manejar nuestras emociones de una manera más neutral.
Cuando manejamos nuestras emociones no solo los resultados mejoran sino que también nos facilita el utilizar nuestra capacidad consciente para reconocer nuestras fortalezas y habilidades, y así ser capaces de alinearlas a las necesidades del momento. El tener la oportunidad de utilizar nuestras fortalezas y habilidades naturales nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos, a sentirnos que si hay un lugar en este mundo ara nosotros y como consecuencia final nos sentimos motivados a pensar en grande y a continuar tomando acción hacia lo que realmente buscamos.
Deseándote éxitos y bendiciones.
Marc Miró
ContinuAvanzando
Marc Miró – enfocado en la transformación personal a través de facilitar el desarrollo de liderazgo personal para así crear las bases del éxito personal
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