Tengo la certeza de que todos de una manera u otra sabemos que nuestra vida presente ha sido creada desde nuestros pensamientos, nuestra manera de ver el mundo y de vernos a nosotros mismos dentro de este mundo el cual hemos estado observando y sintiendo desde nuestro nacimiento hasta el presente. A medida que crecemos y somos parte de diferentes experiencias de vida nuestra mente empieza a crear un tipo de mentalidad que definirá, sin importar lo que los demás digan, que tipo de decisiones tomamos. Esto a simple vista puede parecer algo común y sin importancia, sin embargo es la clave para que cada uno de nosotros sea capaz de crear una vida que tenga sentido y que nos facilite el maximizar quienes somos.
En el libro “Mentalidad – La nueva psicología del éxito”, la doctora Carol S. Dweck presenta los resultados de una investigación sobre el impacto del tipo de mentalidad, con la cual operamos en el día a día, tiene en los resultados que obtenemos a largo plazo. Lo interesante de los resultados obtenidos en el estudio es que no importa el tipo de actividad en la cual nos estemos enfocando, sean estas relaciones personales, trabajo, deportes, y otras más; la mentalidad con la que afrontamos la vida estará relacionada directamente sobre cuanto avanzamos en esas áreas.
La doctora Dweck nos presenta dos tipos de mentalidades, la mentalidad fija y la mentalidad de crecimiento, cada una de estas mentalidades tiene un impacto profundo en los resultados que obtenemos sim importar que tanto talento pensemos que poseemos. Cuando una persona piensa que su misión es demostrar que sus habilidades son suficientes para cualquier actividad sin necesidad de mejorar esas habilidades es cuando decimos que una persona tiene una mentalidad fija. Por el otro lado cuando una persona piensa de sus habilidades como algo que deben de ser desarrolladas, de crecer a través de experiencias sin importar que tan buenas esas habilidades sean en ese momento, decimos que esta persona tiene una mentalidad de crecimiento.
Parece algo demasiado básico, ¿verdad? Así es, una mente fija sin ver que los retos son oportunidades de crecimiento sino que son parte de evaluar el valor propio de uno mismo trae consigo ansiedad y miedo generando que las personas se paralicen y desistan en realizar cualquier tipo de actividad de mejora ya que eso significaría que no somos lo suficientemente buenos enfrente de los demás y el mundo. En cambio una mente de crecimiento ve cada piedra en el camino, cada reto que parece insuperable, cada fracaso, como algo de lo cual aprender, algo de lo cual se puede sacar valor, sacar el conocimiento necesario para así superarlo la próxima vez que aparezca en nuestro camino.
Muchos de los fracasos empresariales, de relaciones personales, y de trabajo se deben a nuestra mentalidad fija donde nosotros buscamos un tipo de perfección en la situación y como consecuencia vemos los resultados como blanco y negro, no como algo en una zona gris donde existe la oportunidad de ver la situación desde otro Angulo, un punto de mira que no de la oportunidad de crear algo positivo y no destruir lo que ha sido creado con el tiempo y que significa tanto para nosotros.
A partir de hoy seamos conscientes y honestos del estado mental con el cual iniciamos y procesamos nuestras actividades diarias, retémonos a establecer un estado mental de crecimiento, donde no hay expectativas sin sentido que nos frenen de continuar avanzando sino que estas sirvan para medir el resultados de algo que estábamos intentando, que nos provee la sabiduría necesaria para aprender un nuevo conocimiento que nos ayude a superar la meta de nuestra expectativa en nuestro próximo intento.
Deseándote éxitos y bendiciones.
Marc Miró
ContinuAvanzando
Marc Miró – enfocado en la transformación personal a través de facilitar el desarrollo de liderazgo personal para así crear las bases del éxito personal
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