El placer de vivir con libertad, saber quién eres, y saber hacia dónde quieres ir

Recuerdas esos tiempos donde los sueños eran sentimientos especiales que aunque no sabíamos la posibilidades de que estos se convirtiesen en realidad no dudábamos en que eran el camino que queríamos seguir, sin importar lo que pudiera pasar ya que lo único que nos importaba era el presente, la emoción de sentir que iniciábamos el camino hacia una aventura.

Con el paso del tiempo lo que antes nos parecía algo normal se convierte en algo que solo personas que parecen estar fuera del estatus social persiguen, nosotros no queremos parecer “raros”, no queremos ser lo que se salen del rebaño que es dirigido por “el pastor” llamado cultura que utiliza “el perro” llamado sociedad para asegurar que no nos escapamos del grupo. Con la conversión mental por la que pasamos desde que tenemos uso de razón, desde nuestra juventud empezamos a vivir basado en lo que se espera de nosotros, “no te vistas así que te mirarán mal”, “ese tipo de trabajo no te va a servir para nada”, “es muy arriesgado, busca la seguridad”, y otras propuestas más que más que propuestas eran “mandatos” sin ser algo muchas veces algo obligado pero que sin embargo por la influencia de quien lo decía o por lo que escuchábamos y absorbíamos de los medios nos obligaban indirectamente a hacer lo “correcto”, buscando solo llegar a una visión de vida a través de nosotros mismos pero de los pensamientos de otros.

No sé si te ha pasado alguna vez, que cuando has sido tú, cuando has dejado fluir tu mente reflejando tu ser con tus acciones la vida, aunque sea brevemente, se hecho más fácil, ha sido más fácil amanecer al día siguiente sabiendo que la presión de ser lo que dicen que hay que ser desapareció para dar paso a un ser más poderoso que podía crear un mundo nuevo con menos esfuerzo y al mismo sintiendo felicidad. Como siempre digo el ser nosotros mismos y el sentir que las fluimos más fácilmente en nuestras acciones y decisiones no quiere decir que no habrá retos por sobrellevar, la diferencia será como nos sentimos sobre los retos, nuestra actitud, las acciones que tomamos y lo que llegamos a aprender de la experiencia. Nuestra sabiduría humana aumenta cuando estamos dispuestos a confrontar el reto, a tomarlo como algo necesario, esencial para el desarrollo del carácter que nos llevara hasta la meta final.

Tomemos el tiempo para reflexionar, entender quien somos y donde queremos ir, estudiemos cuidadosamente cuales son los activadores de  pensamientos que nos impiden de poder actuar de la manera que nos hace sentir más alineados con quien queremos ser y hacia dónde queremos ir. Probablemente hemos pasado tanto tiempo haciendo un papel que ahora nuestro cuerpo y mente se resiste a esa sensación de extrañez de dejar entrar algo que aunque esta en nuestro cerebro no está en nuestra química personal, la química que dirige nuestras acciones día a día.  Una establezcamos la base de quien somos y hacia dónde queremos ir, establecemos un compromiso de iniciar progresivamente el mostrar quien somos a través de las acciones y decisiones que tomamos.

Cuántas veces nos preguntamos el porque nos encontramos donde nos encontramos en el presente sin cuestionar la verdadera brújula que nos guía hacia una vida con sentido y propósito. Cuantas veces tenemos la sensación de estar viviendo la vida de otra persona, una vida marcada por los parámetros de que establecieron otros en otro tiempo. Reta tus motivos actuales y establece la dirección verdadera que guie tus acciones hacia la vida que realmente quieres vivir.

Deseándote éxitos y bendiciones.

Marc Miró

ContinuAvanzando

Marc Miró – enfocado en la transformación personal a través de facilitar el desarrollo de liderazgo personal para así crear las bases del éxito personal