La base del desarrollo de la civilización en la que vivimos hoy en día está fundamentada en la reflexión milenaria que han realizado los seres humanos sobre quién somos y por qué estamos en este mundo. Esta pregunta aunque muchas personas la perciben más como parte de un proceso psicológico en el que una persona se enfrenta a un reto personal es una pregunta con un gran poder de transformar nuestras vidas y el de las personas que nos rodean.
¿Quién soy? ¿Quiénes somos? ¿Por qué soy como soy? ¿Quién quiero ser? Todos nos hacemos preguntas, unos más a menudo que otros y unos con más intensidad que otros, pero al final del día todos tenemos la curiosidad por entender quién realmente somos y quién queremos ser. Basado en mi experiencia la perspectiva de quién somos en referencia al mundo en que vivimos puede ir cambiando a través del pasar de los años, lo que no cambia es la esencia de quién realmente somos, los pilares que conforman el ADN de nuestra alma, de nuestro deseo de ser y llegar a ser.
Una de las enseñanzas más importantes que la vida me ha proporcionado es el entender que uno no puede luchar contra quién es en esencia. Aquí su servidor no escucho los llamados que la vida le hizo y las consecuencias fueron devastadoras, hasta el punto de la casi aniquilación. La vida quiere que fluyamos, que florezcamos siendo quién fuimos diseñados para ser, es parte del ciclo natural de la vida al igual que lo es con el resto de seres vivos de nuestro planeta.
Desde nuestro nacimiento “la vida” mantiene con nosotros una conversación directa cada minuto, cada segundo de nuestro respirar, dándonos retroalimentación e intentando direccionarnos hacia el equilibrio personal. Hay que entender que hay una inteligencia innata dentro de cada uno de nosotros que busca el equilibrio, y si no lo creen cierto piensen en quién se encarga de regular nuestro cuerpo durante las horas que dormimos, o quién se encarga de sanar una herida mientras seguimos con nuestras actividades diarias.
Los seres humanos nos tendríamos que dar cuenta del poder que tenemos, que nos ha sido dado, para crear lo que queramos, sea, amor, paz, guerra, felicidad, tristeza, pobreza, riqueza, y en definitiva todo lo que podamos imaginar. Este tipo de poder está disponible en cada uno de nosotros, no depende del estatus social, del dinero que tengamos, o del tipo de educación que hayamos podido adquirir. TODOS tenemos el poder ser quién queramos ser, ¡TODOS!
Volvamos al punto de este escrito que es que ocurre el día que descubres quién eres. El día que descubres quién eres y lo aceptas se abren las puertas a otro mundo, se rompen las cadenas que se habían tejido en torno a las estructuras culturales y sociales que habían dictado quién deberías ser, cómo deberías ser, y que tipo de vida sería la correcta vivir. El día que descubres y aceptas quién eres es el día que deberás enfrentar todos los miedos desarrollados entorno a salir de la “caja” social y ser algo diferente. En la medida que enfrentes tus miedos un nuevo “Yo” surgirá a la luz. Diferente no es malo siempre en cuando no haga daño a otros seres humanos, y no me refiero al daño moral que algunos sienten porque eres diferente porque rompiste las normas sociales, sino al daño físico o humano, el de privar a otros de vivir una vida plena.
Muchos hemos sido asimilados y absorbidos tanto por el estilo de vida que llevamos que nos cuesta el saber o admitir quién realmente somos. ¿Qué podemos hacer para saber quién realmente somos?
El paso más importante para poder saber quién somos es el ser auto-conscientes de lo que sentimos sobre quién somos y compararlo con quién sentimos y deseamos que queremos ser. Es crítico que seamos honestos con nosotros mismos en cuanto lo que valoramos más de nosotros y de la vida. Muchas veces el resultado de este tipo de reflexión genera emociones de ansiedad ya que lo que descubrimos es que no le estamos dando oportunidad a parte de la esencia de nuestro ser de participar plenamente en este mundo.
En definitiva todos sabemos quién realmente somos, de alguna manera u otra debido a diferentes aspectos del proceso de nuestra vida hemos decidido acoplarnos a un molde de pensamiento y comportamiento que no está alineado con quien realmente somos.
El proceso de transformación personal de un estado a otro no es un camino fácil, no por causas externas pero por causas internas que se encuentran en nuestro psique, la parte mental de nuestro ser. Piensa por un minuto, ¿Cómo se vería tu vida si pudieses ser quien realmente eres? Tu tienes el poder de cambiar tu historia en este momento, solo con una decisión tu mundo puede cambiar.