Él era un niño con un sueño, el sueño de conquistar el mundo de la natación. Sus inicios no fueron los mejores, además de vivir una vida donde el apoyo de la sociedad que lo rodeaba era nulo y hasta parecía trabajar en equipo para frenarle de conquistar su sueño, un sueño que nació desde lo más fondo de su corazón. Desde su juventud algo se grabó en su ser, en su cuerpo y alma, algo que nunca dejo que desapareciera de su mundo mental, esta era su verdad, y solamente su verdad, y estaba dispuesto a morir por una verdad que parecía una fantasía inalcanzable para el mundo que lo rodeaba.
A pesar de vivir una vida de solitud “acompañada” y de tener que lidiar con personas que lo único que le decían “no llegarás” “no tienes lo que se necesita” “gente como tú nunca llegará a un lugar como ese” “estás loco”, este joven aprendió que el talento de sus ser lo estaba llamando para que juntos con paciencia, esfuerzo, enfoque y fe conquistaran lo que parecía para otros un sueño descabellado.
A través del tiempo, su talento se hizo más visible al exterior y su confianza en lo que un día había soñado se solidificaba en el carácter de su ser. Con la sabiduría que llega con la experiencia y el poder sobrellevar lo que muchos nunca hubieran sobrellevado estaba preparado para conquistar el sueño que hacía de su vida una vida con propósito. Su mente y cuerpo le susurraban al oído “Ahora o Nunca, Ahora o Nunca,…” Él entendía que el mensaje que recibía de su ser le dejaba saber que había llegado el momento de mostrar al mundo lo que el poder de un sueño y la creencia de que tenía en el todo para conquistar ese sueño podían llegar a convertirse.
El día 23 de Septiembre del 1988 este joven pudo culminar un sueño, que parecía una ilusión para tantos, cuando conquisto una medalla olímpica y se consagró como uno de los pilares de la revolución de la natación del estilo de braza no solo en España pero a nivel mundial. Su carácter humilde y natural, junto a una pasión desmesurada lo convirtió en un ejemplo para que otros pudieran entender que la medida del éxito que logramos es la medida del sueño y la pasión que llevamos grabados dentro de nuestro corazón.
Gracias Sergi, gracias por mostrarme y mostrarnos lo que uno puede llegar a conquistar si hacemos caso al sueño más poderoso que late dentro de lo más profundo de nuestro corazón.
“Ahora o Nunca. Continuemos Avanzando”
Deseándote éxitos y bendiciones.
Marc Miró
ContinuAvanzando